Toda mi vida he llevado mi auto a un taller de concesionario, llámese Toyota, Honda, Subaru y ahora Ford. Inclusive, cuando ya había pasado- con creces- el tiempo de garantía de mi auto. La razón principal, creo yo, era la costumbre. Mi familia siempre lo hizo, entonces yo también. Además, no conocía un taller alternativo que fuese recomendado por alguien en quien yo podía confiar para tomar tal decisión. Por último, pensaba, me sumaría algunos puntos a la hora de vender el auto decir que le había hecho todos sus mantenimientos en el concesionario.
Hace un tiempo atrás, un amigo me contó de alguien que te recogía el auto (de cualquier marca), te lo afinaba y devolvía el mismo día donde uno quería. En fin, un servicio que le parecía genial. Esta persona venía haciendo esto ya hace varios años y tenía varios clientes, incluyendo algunos conocidos de mi amigo. Hace poco, mi Ford Explorer del 2015 empezó a avisarme que necesitaba cambiarle el aceite y me percate que ya estaba cerca de los 40,000 Km, lo cual significaba ingresarlo a taller para un mantenimiento mayor que incluía: cambio de aceite, filtro de aceite, filtro de aire, filtro de a/c, aditivo de protección de motor, limpieza y regulación de frenos, escaneo, shampoo limpiaparabrisas y revisión general de la unidad. Entonces hice lo usual, llamar al concesionario y solicitarle una cita y presupuesto preliminar. El presupuesto que me dieron fue de 1,995 soles incluido IGV, el cual me pareció alto. Entonces, decidí llamar al proveedor de mi amigo para que me haga un presupuesto. Para mi sorpresa su presupuesto para el mismo trabajo fue de 1,100 soles incluido IGV, con repuestos originales Ford Motorcraft. Además, me lo recogía de mi casa y devolvía el mismo día en otro lugar donde tenía una reunión, con lo cual me ahorraba tiempo y el taxi de regreso. Fue así como decidí hacer finalmente un cambio en mi manera de pensar y mandé mi auto a un taller de mecánica alternativo.
Todo fue según lo planificado y al recibir mi auto lo vi lavadito y en muy buenas condiciones. Ahora será muy difícil que vuelva a ingresarlo al concesionario, al menos que tenga que hacerlo por alguna decisión que no sea mía (por ejemplo, de mi seguro), y con ello estoy seguro ahorraré buena cantidad de plata y tiempo. Y, cuando venda el auto, en lugar de restarme puntos por no haberlo llevado al concesionario, ¡espero ganarlos recomendando mi servicio de taller!
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